Hola todo el mundo. Hoy les traigo otra herramienta que les ayudará a tomar el control de su tiempo y por consiguiente ser menos propensos a procrastinar. ¿Recuerdan cuando iban a la escuela?¿Recuerdan como hacían muchsísimas cosas, de menos por las mañanas? ¿Y luego, como por las tardes, si te dejaban organizarte tú solo el tiempo se volvía más lento? Tal vez veías tele, o salías a jugar con tus amigos a la calle. Algunos tenían actividades extracurriculares pero la mayoría no. Traten de recordar como el tiempo cambiaba su ritmo de la mañana a la tarde. Una de las razones de este cambio era la existencia de los horarios. Piénsalo un poco. Por las mañanas todas tus actividades ya estaban planeadas. Te levantabas a una hora predeterminada, había una rutina cotidiana, y luego te ibas para la escuela. Una vez en la escuela tenías un horario establecido, “Martes, 8:30, inglés” y no tenías que pensar qué tenías que hacer, y era genial. Bueno, genial para tu productividad, tal vez no gustaba la maestra de inglés, pero aprendías y hacías cosas. Por otro lado las tardes estaban llenas de diversión, cuando sabías qué hacer con ellas. Al final todas esas tardes sin planes terminaban pareciéndose mucho ¿o no? Si tu horario no estaba preparado por un adulto tenías que buscar tú mismo qué hacer con tu tiempo y eso podía tomar, bueno, algo de tiempo. Bueno, ya todos somos adultos. Tenemos que ocuparnos de nuestro horario nosotros mismos. Y eso puede ser algo abrumador. Sé que muchas partes están planeadas de antemano, sobre todo las mañanas, y sobre todo porque tendemos a levantarnos lo más tarde posible. Después de la locura matinal somos libres de continuar con nuestro día. Ya sea que tengamos un empleo, seamos independientes, no trabajemos o lo que sea que habgamos con nuestro tiempo aún nos queda el resto del día por delante. Aún nos queda todo este tiempo que tiene que ser empleado, si estamos haciendo las cosas bien, en actividades significativas. Y aquí es dónde la procrastinación entra en escena, porque si no averiguamos y preparamos con antelación podemos acabar realizando actividades menos importantes y nada más urgentes, o terminamos perdiendo el tiempo porque no hemos resuelto el rompecabezas de qué queremos alcanzar el hoy. Recomiendo entonces hacer un horario para nuestros días. Como cuando íbamos a la escuela. Podemos tener un horario para nuestras tareas de cada hora del día. Suena un poco exagerado lo sé, pero entre más procrastinador seas más ayuda necesitas. Necesitas planear tus horarios por lo menos la noche anterior. Mezclando rutina con tareas únicas, dándoles menos tiempo del que estimas, para obligarte a enfocarte utilizando la Ley de Parkinson a tu favor. Recuerda que cada tarea que escribes en el horario es un compromiso, tal vez solamente contigo mismo pero un compromiso al final. Una vez que tienes tu horario para el día siguiente estoy seguro que hasta dormirás mejor. Haciendo esto te estarás ayudando de dos formas. Definirás qué tienes que hacer y eso te hará pensar sobre esa tarea. Definirás si la tarea es relevante, si es significativa, si es factible, si es pertinente, todo esto te ayudará a seleccionar la tarea que se hará y si es el mejor empleo de tu tiempo en ese preciso momento. El segundo benefiocio será la habilidad de concentrarte y no distraerte. Cómo las tareas ya han sido seleccionadas, por ti mismo, tu responsabilidad ahora es hacerlas lo mejor y más rápido que puedas. Sin titubeos. Sin esperar a ser visitado por las musas. Así es que te pregunto, querido lector ¿planeas tu día por horario, lista de tareas, o para nada? Me encantaría leer tus comentarios, y si te parece que este blog es interesante, por favor, compártelo con tus conocidos.
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